Vinculadas a la cultura y la tradición japonesa, en las que la introducción de la luz en el interior doméstico se elaboraba y articulaba mediante elementos de carácter arquitectónico, esta colección de lámparas conforman, mediante la repetición de paneles a modo de Shōji, una delicada transición entre luces y sombras, generan gradaciones de intimidad. Pichiglas Studio ha reinterpretado estas tipologías tradicionales japonesas para entreverar una atmósfera de ensueño, en la que los colores oscuro, el grado de opacidad de las sombras y los tonos dorados quedan acentuados.