Esta tienda de lana se ha diseñado al estilo de una casa de campo o de pueblo o, más concretamente, del taller dentro de una de estas casas. El producto a comercializar hace pensar en el frío y en la tradición artesana, y en los pueblos donde la gente la lleva cabo.
En cuanto a los materiales, el techo es de gotelé para dar un efecto lanoso y recordarnos los nudos y las bolas en la ropa; el suelo de toba, respetando la tradición de las casas de pueblo, y las paredes o bien de yeso o bien en galvanizado con un diseño trenzado (de nuevo imitando la lana) para poder colgar las estanterías.
El mobiliario y los elementos decorativos son, en líneas generales, una combinación de hierro y madera: las estanterías en galvanizado de aspecto envejecido en las que meter las cubetas de la lana por colores al más puro estilo de las ferreterías; el mostrador es de hierro y madera con un carácter muy tradicional; las cestas para guardar la lana son jaulas de varilla negra; y los carteles en madera de marquetería están elaborados por el estudio Knock.