Después de numerosos viajes por Asia visitando países como Indonesia, Tailandia, China o Bali, con estas luminarias, Alfonso de la Fuente quiso homenajear a los artesanos que allí trabajan el bambú y las rafias, utilizando trenzados y piezas olvidadas que ha rescatado de almacenes en estos países. Se han creado piezas diferentes gracias a la repetición de las estructuras pero con variaciones diferentes en el orden. De forma que uno puede ser uno o mil.