Llamado así en honor al poeta checo de principios del siglo XX, Rainer Maria Rilke, este nuevo restaurante y bar de cócteles ocupa el espacio del antiguo Beltxenea y nace con un halo de lugar para estar.
Situado a pocos metros del Passeig de Gràcia, en una imponente calle principal de Mallorca, mantiene el aire burgués de su predecesor (así como parte del mobiliario y los platos), pero actualizado con cierto tratamiento escenográfico por la diseñadora de interiores Yolanda Vilalta, quien propuso rehacer la iluminación técnica y todas las lámparas con el sello de Pichiglas Studio. Se compone de varias salas comedor, reservados, un jardín interior presidido por una Venus de Milo, un espectacular bar y un secreto guardado bajo llave para las noches más pícaras.